EN SAYO SOBRE COMO NEGOCIA LO COLOMBIANOS
Los colombianos
por naturaleza tenemos ese espíritu de
negociadores impregnados, tanto que hacemos uso de el en nuestro diario
vivir con cosas tan simple como resolución de conflictos internos en nuestra
familia, negociaciones pequeñas, decisiones como la compra de un carro, el
escoger tu carrera, tu pareja etc.
El
autor plantea en su libro un colombiano regateador por excelencia ya que a la hora de negociar acostumbra
pedir mucho para después rebajar, concluyendo
un punto medio cavilando con esto ganar o perder.
El negociar no se aprende en una
universidad o institución si no desde el acervo familiar y cultura de la
infancia se negocia por instintito, por cultura y expectativas que tengamos
sobre un conflicto o cosa que queramos adquirir, sin dejar aparte nuestra
historia que nos identifica en el mundo.
Para mejorar la forma de negociar de los
colombianos, tenemos que evaluar la
forma de actuar cotidianamente e identificar los dos modelos de la
tradicional y nueva teoría de negociación los cuales son: la tradicional que
hace alusión a la competitividad o posición personal que tenga el individuo
frente a una negociación, sin dejar que la otra parte gane, su proceso es
mediante el regateo obtenido como fin un perdedor y un ganador; el sungo modelo es la integrativa la cual sugiere
unos principios, el beneficio mutuo, el gana gana, el intercambio de interés,
esta es la tendencia a utilizar en la negociaciones extranjeras.
Cada persona en Colombia tiene como concepción
que resolver
un conflicto que requiere del sacrificio
de una de las partes, somos excelente improvisadores, todo los dejamos para lo último,
expertos en diseñar negociaciones a corto plazo, con una posición fuerte y exagera
frente a las soluciones, ventajosos y no importa el beneficio del otro.
Esta
concepción colombiana es todo los contrario a la negociación integrativa la
cual intercambia soluciones busca el por beneficios mutuos. Se vive la
negociación como el proceso de solución de un problema que tienen conjuntamente
dos individuos, estudia soluciones buscando
relaciones a largo plazo respeto mutuo como socios.
Por otra
parte la negociación de la reglamentación ambiental ha tenido ciertos avances,
se han definido normas ambiciosas donde se involucra a la comunidad en vez de
dar órdenes y excesivos controles que en la mayoría de casos trae incumpliendo, pleitos legales,
corrupción; se ha tratado de pasar a la preocupación real por la comunidad
trayendo con esto una nueva mentalidad de negociación.
El estado colombiano es débil y ha obligado a
nuestros ciudadanos hacer parte de una ley llena de desigualdades, donde se
toma la vida de alguien como parte de un juego. Donde la ley que impera es la del
más violento, la de los grupos armados al servicio de la guerrilla. Donde los
problemas legales terminan resolviéndose por la fuerza. El joven
profesional Roberto José Molina se enfrente a un proyecto de negociación de
compra de tierra para una empresa petrolera, desarrollando fuertes estrategia
al momento de negociar, como agilidad, saber escullar, llegar acuerdo dentro de
los límites de tiempo, decir la verdad etc.
No es un
obstáculo la edad ni el sexo al momento afrontar una negociación, por el
contrario hay que sacar el mejor provecho tratando de crear valor y beneficio para
obtener los mejores resultados; la manera más inteligente de elaborar una excelente dialogo, es
tratar de alcanzar metas en conjunto con cordialidad, entusiasmo y tolerancia.
Esto lo vemos claramente reflejado en nuestro país, donde cada departamento
tiene sus propias costumbres y formas de negociación, para dar un ejemplo los paisas, son muy buenos en la negociación
distributiva ya que maneja muy bien el regateo, pero los vallunos sobresalen en
las negociaciones integrativas, ya que hay ganancias mutuas,
flexibilidad todo esto resultado de cierta habilidad interpersonal que has
logrado desarrollar los vallunos.
Los extranjeros
tiene una percusión frente al comportamiento al negociar de los colombianos
ellos lo definen en cinco puntos: el incumplimiento, la falta de puntualidad,
la evasión de responsabilidad, la vaguedad, y el exceso de amabilidad. A los
extranjeros les sorprende la falta de preparación de los negociadores
colombianos, la agresividad para insistir en el regateo, el no separar lo
personal de los negocios.
En
síntesis, podemos decir que los dos modelos de negociación, no son malos solo
que los colombianos podríamos reflexionar, de nuestra forma de negociar y
empezar a cambiar nuestro estilo de negociación tanto para mercados nacionales
como internacionales, acoplarnos a nuevas culturas utilizando estrategias como
investigando acerca de sus comportamiento, costumbres, mantener una relación de
negocios con cordialidad y respeto por el colega, alejar lo personal de lo
laboral, pensar a largo plazo, crear valor. Por consiguiente surge esta
pregunta ¿Qué
tan hábiles somos los colombianos para aprovechar ese espíritu negociador con
mercados internacionales?
Nayireth Castro
Código: 1115147
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